La Formación tras la Reforma Laboral: una ventaja competitiva

La Reforma Laboral aprobada el pasado año introdujo novedades importantes en materia de FORMACIÓN DE LOS TRABAJADORES aplicada a su puesto de trabajo.

Entre ellas destacan:

  • El concepto de formación profesional dirigido a favorecer durante la relación laboral el aprendizaje permanente de los trabajadores y el pleno desarrollo de sus capacidades profesionales, en especial la dirigida a su adaptación a las modificaciones operadas en el puesto de trabajo.
  • El reconocimiento de la formación profesional como un derecho individual del trabajador, reconociéndose a los trabajadores un permiso retribuido con fines formativos de veinte horas anuales acumulables durante cinco años.
  • Además se reconoce la posibilidad de que las organizaciones empresariales y sindicales más representativas y los centros y entidades de formación debidamente acreditados podrán participar directamente en el sistema de formación profesional para el empleo, con la finalidad de que la oferta formativa sea más variada, descentralizada y eficiente.
  • Otro aspecto destacable son las modificaciones introducidas en el contrato para la formación y el aprendizaje para potenciar el empleo juvenil mediante la supresión de limitaciones injustificadas. Un contrato con el que el trabajador menor de treinta años puede compaginar el trabajo con la formación, con una bonificación del 100 % de las cuotas de Seguridad Social así como de los costes de la formación.

Este nuevo enfoque legal hace necesario que las empresas actualicen su perspectiva al respecto de la Formación y perciban que la misma es una OPORTUNIDAD PARA MEJORAR, mejorando sus productos, sus sistemas de producción, las capacidades y habilidades de sus trabajadores o la rentabilidad de sus puestos de trabajo, entre otras oportunidades.

Esta mejora se traducirá a buen seguro en el aumento de la competitividad de la empresa, en su evolución positiva en el mercado, en resumen, en el crecimiento de la empresa.

Esta inversión en Formación debe hacerse desde la planificación y el estudio previo para que la misma sea efectiva y eficiente. Incluso si la empresa tiene más de cinco trabajadores es aconsejable trazar un Plan de Formación de Empresa.

Para ello es necesario que las empresas se asesoren por expertos en la materia. Solo de esta manera se conseguirá evitar que la inversión en formación se haga de forma caótica y descoordinada, y se convierta en una pérdida de recursos económicos y humanos.

Estamos en tiempos de cambio y en nuestra mano está decidir si este cambio será positivo o negativo. Hay que apostar por el cambio en positivo, por mejorar, por invertir tiempo y recursos en crecer, pues cuanto más fuertes salgan de la crisis las empresas, mucho más preparadas estarán para afrontar los tiempos futuros, que seguro serán de mayor estabilidad económica.